doi: 10.56294/saludcyt202238

 

ORIGINAL

 

Addressing the Social Health of the Elderly Population through the Media in Buenos Aires

 

Abordaje de la Salud Social en la Población Adulta Mayor a través de los Medios de Comunicación en Buenos Aires

 

Carlos Oscar Lepez1,2  *, María Ester Gómez3,4 , Irene Amelia Simeoni1  

 

1Universidad de Buenos Aires, Facultad de Medicina, Carrera de Licenciatura en Enfermería. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

2Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, Facultad de Ciencias de la Salud. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

3Instituto del Profesorado Padre Luis Tezza. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

4Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

 

Citar como: Lepez CO, Gómez ME, Simeoni IA. Addressing the Social Health of the Elderly Population through the Media in Buenos Aires. Community and Interculturality in Dialogue. 2022;2:38. https://doi.org/10.56294/cid202238

 

Recibido: 02-08-2022          Revisado: 30-09-2022          Aceptado: 19-12-2022         Publicado: 20-12-2022

 

Editor: Prof. Dr. Javier González Argote  

 

ABSTRACT

 

Introduction: the sources, modes of production and circulation of information in the journalistic field represent an alienated system, intervened and sifted by multiple processing filters, which make the presence of news relativized and contextualized in the light of the relevance that the interlocutors (consumer society) adopt from that cut of reality provided by the press in its various structural forms of dissemination.

Objective: to gather from journalistic sources available information related to the elderly in the Autonomous City of Buenos Aires.

Methods: the data collection work is applied to the territory corresponding to the Autonomous City of Buenos Aires, through the system of newspaper libraries that keep the journalistic sources: newspapers in force, constituting the data collection tools as a testing system of the available information, whose search criteria required a priori the determination of key words such as: elderly, old age, aging, geriatric, retired, elderly, gerontology, geriatrics, geriatrics, third age, longevity, long-lived, old, senitude and geronte.

Results: we found values of informational presence in the press media that followed the structure of a taxonomy of thematic categories of the publications related to the search criteria according to the selected keywords, where the predominance of the police section was obtained in 20 %, in second place the health section and general information with 12 % respectively, and in smaller proportion the categories politics, economy, shows, international and supplements in 8 % each, and finally the editorial areas of opinion, cities, readers' letters and Argentina reached 4 % of available publications.

Conclusions: in the information society, the presence of news and informative material reveals, on the one hand, the ideological positioning of journalistic sources within the reach of the community and, on the other hand, of health professionals who are nourished by them to recognize the reality reported in the mass media, such as the press.

 

Keywords: Journalistic Relevance; Elderly; Microethnography.

 

RESUMEN

 

Introducción: las fuentes, modos de producción y circulación de la información en el ámbito periodístico representa un sistema alienado, intervenido y tamizado por múltiples filtros de procesamientos, que hacen a la presencia de noticias relativizadas y contextualizadas a la luz de la relevancia que los interlocutores (sociedad del consumo) adopten de ese recorte de la realidad provista por la prensa en sus diversas formas estructurales de difusión.

Objetivo: relevar a partir de fuentes periodísticas información disponible relacionada al adulto mayor en la Cuidad Autónoma de Buenos Aires.

Métodos: el trabajo de recolección de datos se aplica al territorio correspondiente a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mediante el sistema de hemerotecas que conservan las fuentes periodísticas: diarios vigentes, constituyéndose en las herramientas de relevamiento de datos como sistema de testeo de la información disponible, cuyo criterio de búsqueda requirió a priori la determinación de palabras claves tales como: adulto mayor, vejez, envejecimiento, geriátricos, jubilados, ancianos, gerontología, geriatría, tercera edad, longevidad, longevo, viejo, senitud y geronte.

Resultados: Se hallaron valores de presencia informacional en los medios de prensa periodística que siguió la estructura de una taxonomía de categorías temáticas de las publicaciones relacionadas al criterio de búsqueda de acuerdo a las palabras claves seleccionadas, donde se obtuvo predominio del rubro policiales en 20 %, en segundo término la sección salud e información general con 12 % respectivamente, y en menor proporción las categorías política, economía, espectáculos, internacionales y suplementos en 8 % cada una, y finalmente las áreas editoriales de opinión, ciudades, carta de los lectores y Argentina alcanzaron el 4 % de publicaciones disponibles.

Conclusiones: en la sociedad de la información la presencia de noticias y material informativo revela por una parte el posicionamiento ideológico de las fuentes periodísticas al alcance de la comunidad y en esta de los profesionales sanitarios que se nutren de estas para reconocer la realidad relatada en los medios de comunicación masiva como lo constituye la prensa periodística.

 

Palabras clave: Relevancia Periodística; Adulto Mayor; Microetnografía.

 

 

 

INTRODUCCIÓN

El lenguaje es el principal instrumento de comunicación e interacción de los miembros de una comunidad social. Los fenómenos lingüísticos, semióticos, literarios y comunicativos adquieren todo su sentido en la práctica comunicativa. El lenguaje está estrechamente ligado a la vida, al conocimiento, al arte y a la acción social del hombre.

Comunicarse es hacer cosas con determinadas intenciones en situaciones comunicativas concretas. Estamos ante prácticas comunicativas que no son ajenas a la voluntad de los usuarios, en las cuales el lenguaje, la acción y el conocimiento son inseparables.

El proceso de comunicación, es entendido como la producción e interpretación de mensajes que conllevan información y que nos permiten transferirla e interactuar con los demás.

La comunicación lingüística es la actividad, por medio de la cual, construimos un mensaje con la intención de alcanzar un objetivo o un propósito fijado de antemano. Es decir, existe una intención comunicativa.

Como antecedente hay que establecer que desde los tiempos de la Grecia clásica (los tiempos de los filósofos y escritores griegos más importantes como Sócrates, Platón y Aristóteles), se había pensado que el ser humano debe su razón de ser a su habilidad intelectual, a su capacidad de pensar y razonar, de manera que a partir de esta habilidad los seres humanos captan la realidad a su alrededor con su inteligencia y esto es lo que comunican a otros.  En este esquema el lenguaje humano no es otra cosa que un medio que sólo sirve para comunicar, pero que no interviene en lo que se piensa ni en la forma en que se capta la realidad.  En los inicios de la Edad Moderna Descartes, con su dictum de “Pienso luego existo”, volvió a legitimar esta forma de pensar, pero esta vez para constituir la filosofía de los tiempos modernos, hasta el siglo XX. Por otro lado, al lenguaje sólo se le daba importancia a aquello que representara lo que Echeverría llama “el lado asertivo del lenguaje”, la presuposición obstinada de que sólo tiene interés teórico las expresiones que de ser verdaderas o falsas.

Lo que cambió en el siglo XX es justamente la importancia que se le da al lenguaje en el origen de nuestros actos, en primer lugar, y de cómo construimos nuestra convicción de lo que es real a partir de ese mismo lenguaje, en segundo lugar.

Según Rafael Echeverría, este cambio de importancia en el papel de lenguaje se inicia con Nietzsche, continúa con Wittgenstein, sigue con Austin y luego con Searle.

Lo que nos interesa ahora es señalar de qué modo el "giro lingüístico" se incorporó al descentramiento del sujeto moderno y de qué manera quedaron sentadas las bases, desde ese hecho, para la constitución de la Teoría del Discurso.

Para responder a la cuestión nos resulta necesario tener en cuenta que la constitución de la lingüística como ciencia, uno de los hechos desencadenantes de aquel "giro", no se encuentra propiamente dentro del proceso de descentramiento, tal como ya lo anticipamos. En verdad, Saussure, a su modo, no superó la paradoja de la Quinta Parte del Discurso del Método, la razón humana, definida por y desde el lenguaje, no tuvo, como problemática, el desarrollo ni las consecuencias que podrían haberse esperado debido al esencialismo y al solipsismo dentro de los cuales se enunciaba. El rechazo de la lógica y el descubrimiento del universo de las hablas en Wittgenstein, constituye un nuevo emplazamiento de aquel sujeto y un vuelco de la tradición cartesiana; la revaloración de las hablas desde la tradición lingüística italiana, asumida desde el marxismo, en el caso de Gramsci, fue otro de los modos como la problemática del lenguaje se incorporó a este complejo y rico proceso.

Otro aspecto de importancia radical para comprender el fenómeno lingüístico y su repercusión social desde el proceso de creación y difusión del discurso consiste en la concepción de “Información”.

La información está constituida por un grupo de datos ya supervisados y ordenados, que sirven para construir un mensaje basado en un cierto fenómeno o ente. La información permite resolver problemas y tomar decisiones, ya que su aprovechamiento racional es la base del conocimiento.

Por lo tanto, otra perspectiva nos indica que la información es un recurso que otorga significado o sentido a la realidad, ya que, mediante códigos y conjuntos de datos, da origen a los modelos de pensamiento humano.

Existen diversas especies que se comunican a través de la transmisión de información para su supervivencia; la diferencia para los seres humanos radica en la capacidad que tiene el hombre para armar códigos y símbolos con significados complejos, que conforman el lenguaje común para la convivencia en sociedad, de acuerdo con el modelo teórico determinado por el filósofo y etnólogo francés Claude Lévi-Strauss, en su concepción de aparato simbólico efector.

Los datos son percibidos a través de los sentidos y, una vez que se integran, terminan por generar la información que se necesita para producir el conocimiento. Se considera que la sabiduría es la habilidad para juzgar de modo adecuado cuándo, cómo, dónde y con qué objetivo se emplea el conocimiento adquirido.

Los especialistas afirman que existe un vínculo indisoluble entre la información, los datos, el conocimiento, el pensamiento y el lenguaje.

Algunos autores definen la información:

Chiavenato afirmaba que la información consiste en un conjunto de datos que poseen un significado, de modo tal que reducen la incertidumbre y aumentan el conocimiento de quien se acerca a contemplarlos. Estos datos se encuentran disponibles para su uso inmediato y sirven para clarificar incertidumbres sobre determinados temas.

Ferrell y Hirt, por su parte, dicen que esos datos y conocimientos están estrictamente ligados con mejorar nuestra toma de decisiones. Si un individuo se encuentra bien informado sobre un aspecto, seguramente su decisión al respecto podrá ser más acertada que uno que no lo esté.

Otros autores que han definido la información son Czinkota y Kotabe, que dicen que consiste en un conjunto de datos que han sido clasificados y ordenados con un propósito determinado.

Uniendo todas las teorías sobre el concepto llegamos a la conclusión de que son datos sobre un suceso o fenómeno particular que al ser ordenados en un contexto sirven para disminuir la incertidumbre y aumentar el conocimiento sobre un tema específico.

En el marco de la circulación de la información se constituyen las empresas encargadas de este rol peculiar, como diseñadoras de fuentes periodísticas.

En consecuencia, y partiendo de considerar que la situación ideal del trabajo periodístico anida en la posibilidad de observación directa de los hechos, para De Fontcuberta M (1993) las fuentes están dadas por aquellas “personas, instituciones y organismos de toda índole que facilitan la información que necesitan los medios para suministrar noticias”. Por esta razón, e independientemente de que el medio busque la información a través de sus contactos o la reciba a partir de la iniciativa de distintos sectores interesados, la relación con las fuentes es una de las más complejas y básicas de todo el proceso de producción periodística. Ante este argumento López M (1995) asegura que ante la imposibilidad de ser “siempre testigo de todos los acontecimientos dignos de ser convertidos en noticia”, el periodista “tiene que basarse en testimonios para escribir sus relatos, y es a esos testimonios que se les llama fuentes informativas”.

Entendiéndolas como todo aquel “canal (persona o institución) que proporciona datos sustanciales o complementarios (al ser testigo directo o indirecto) para poder confeccionar noticias, reportajes, crónicas e informes”, el periodista Lopez M (1995) detalla: “La fuente informativa es una persona, un grupo de personas, una institución, una empresa, un gobierno, una religión, una secta, un club deportivo, que han visto u oído algo, o que tienen documentos sobre ese algo y que están dispuestos a proporcionarlo a algún medio informativo por interés público o porque conviene a sus propias estrategias”.

Castelli E (1996) reconoce que si bien todavía son muchos los acontecimientos que “pueden y deben ser presenciados por el informador”, hace tiempo que en la práctica profesional la tradicional figura del periodista-testigo, aquel que “acompañado de un fotógrafo recorría las calles o lugares de la ciudad en búsqueda del suceso inesperado o inusual, a la caza de lo insólito o de la primicia” fue reemplazada por la consulta “a las fuentes más directamente vinculadas al acontecer más significativo”; proceso que puede asociarse, entre otras cosas, a la compleja estructura empresarial de los medios de comunicación, a su elevado tecnicismo, a la estricta división del trabajo y a la innegable rutinización de la tarea periodística.

Stella Martini (2000) consigna que las dos tareas centrales a partir de las cuales se dispara todo proceso de construcción de la noticia se centran, precisamente en “obtener la información a través del acceso a las fuentes y verificar su confiabilidad”.

Lorenzo Gomis (1991) afirma que “los hechos no se presentan solos a las manos de los periodistas, ni tampoco son buscados por estos, aunque eso suceda también a veces”. Walter Lippmann (1969) “la información es tan difícil de obtener que está más allá de los recursos de la prensa diaria”, postula como principio general “que si no fuera por los interesados en que algo se publique, muchas noticias no aparecerían nunca”.

Tan relevante resulta en el trabajo periodístico la relación que se establece con las fuentes de información que José Ignacio Armentia Vizuete y José María Caminos Marcet (2003), docentes e investigadores de la Universidad del País Vasco, llegan a afirmar que “la organización misma del trabajo de una redacción se realiza de acuerdo con los ritmos y pautas que marcan las fuentes”. Y en la consolidación de este vínculo, “que aporta claras pistas sobre la estrategia informativa que distingue a los distintos medios de comunicación”, se va construyendo una red de fuentes informativas que se reconfigura, de manera permanente, a partir del cotidiano proceso de selección y jerarquización.

Los factores de los que depende esta red son:

• El interés del periodista, cuya agenda y relaciones se renuevan en el proceso de inclusión, exclusión y jerarquización de fuentes.

• El interés de la fuente, cuya relación con el periodista y con el medio no es de carácter lineal, sino que está marcada por el mutuo interés y por el riesgo del conflicto.

• El medio de comunicación, cuya línea editorial, prestigio y credibilidad pueden lograr el acceso a determinadas fuentes o el alejamiento de otras.

• El proceso productivo, a partir del cual los medios tienden a trabajar preferentemente con aquellas fuentes que les brindan materiales noticiosos ya acabados y que no precisan de la reelaboración del periodista.Es de esta manera como se cierra el círculo de la producción informativa: por un lado, para elaborar sus noticias periodísticas y medio dependen de la información que proviene de las fuentes primarias, generalmente los productores o actores de los acontecimientos; por su parte, las fuentes necesitan del espacio y la difusión que le brindan los medios en el ámbito público; y, paralelamente, los públicos requieren de las fuentes para acceder a lo que pasa en la realidad. Así, periodistas, fuentes de información y públicos conforman lo que Martini (2000) define como la “triangulación básica operativa” que da lugar a todos los procesos de construcción de la noticia; un proceso que, no obstante, la convivencia de necesidad y cooperación siempre se desarrolla, como afirma Gomis (1993), “con una cierta dosis de desconfianza en sus relaciones”.

Entre los principales atributos para definir categorías o tipologías de información se destacan:

• Productividad, se presenta cuando la fuente se distingue por proveer información “clara, comprensible, interesante y fácilmente verificable”.

• Confiabilidad, tiene lugar cuando la veracidad y exactitud de la información que aporta una fuente hace que ésta “exija un menor nivel de verificación”.

• Honradez, aunque la constatación de esta condición es una tarea continua, muchas veces este rasgo garantiza que la verificación de la información se presente como casi innecesaria.

• Autoridad, este aspecto resulta central puesto que la referencia a fuentes autorizadas es lo que aparece como “instancia legitimadora de una información controversial”.

• Corrección e inteligibilidad, son las cualidades que tornan a una fuente adecuada, “especialmente en los casos de entrevistas que deben ser publicadas o emitidas al aire”.

Desde esta perspectiva, que al decir de Borrat (1989) surge por el simple hecho de que muchas veces “las fuentes también tienen que informarse para ofrecer su versión de la realidad”. Este autor distingue entre:

• Fuentes resistentes: las que sin bloquear el acceso a la información oponen obstáculos y resistencias.

• Fuentes abiertas: las que si bien no oponen resistencia tampoco asumen la iniciativa.

• Fuentes espontáneas: las que asumen la iniciativa de informar.

• Fuentes ávidas: las que adoptan esta postura pero con mayor intensidad y urgencia.

• Fuentes compulsivas: las que asumen esta actitud pero con recursos estratégicos que obligan al periódico a comunicar su información. Por su parte Lopez M (1995) determina que los tipos de fuentes con que se trabaja en un medio informativo comprenden:

• Fuentes propias: en este caso López incluye las establecidas por el propio medio y en ellas incluye, no sólo “los pactos del editor con empresas e instituciones” sino también “la plantilla de periodistas” que lo integran.

• Fuentes institucionales: aquí el autor ubica a las que “provienen del poder”, especialmente del financiero, político y religioso, y en cierta medida del social (gobiernos, ayuntamientos, bancos, iglesias o instituciones de relevancia) “que no dudan en invertir en gabinetes de comunicación e imagen para incidir en los medios informativos”, y donde pueden incluirse también las agencias de noticias, en tanto organismos dependientes de empresas multimedia privadas o subvencionadas por el Estado.

• Fuentes espontáneas: más que asociar este rango a la actitud que puede adoptar cualquier fuente al momento de brindar información, López las asocia a aquellas “asociaciones y colectivos de ciudadanos que proceden de sectores de la sociedad que generalmente entran en conflicto con las grandes corporaciones que constituyen el poder”. En este sentido, el autor considera que su valor reside en que “contrapesan la estrategia de los poderosos, y específicamente, sus opiniones responden a los intereses y preocupaciones de la mayoría de los ciudadanos”.

• Fuentes confidenciales y anónimas: si bien ambos tipos responden a las fuentes que brindan información a condición de no ser identificadas, mientras que las primeras están “relacionadas con el poder” y son las que permiten “obtener documentos e informes de gran valor periodístico a los que no se hubiera podido acceder de otra manera”, las segundas son las “personas que informan de algún hecho de interés periodístico pero que lo hacen sin darse a conocer”.La naturaleza de los medios de comunicación masiva se consolida en un entramado de interlocutores que se vinculan mediante la información que se establece como medio de anclaje y promueve la toma de decisiones en torno al contenido e impacto de la misma. Así pues la existencia de recursos en formato escrito o digital tales como diarios y revistas se sostienen en un mercado de circulación de datos derivados de la intervención de las agencias o empresas que los producen.

En el caso del diario se entiende como un periódico que implica una publicación que presenta noticias y cuyas funciones principales son informar, formar y entretener. Los diarios publican crónicas, reportajes, artículos de opinión, información financiera, datos meteorológicos, programación de espectáculos, entre otros y por lo general incluyen suplementos especiales que abordan temas específicos.

En consecuencia es menester contemplar que el escenario de producción periodístico está mediado y atravesado por normativas de carácter jurídico-administrativo y sus respectivos decretos reglamentarios. Por tanto, de acuerdo con los artículos 27, 28 y 29 de la Ley 11.723 de Propiedad Intelectual, todo aquel artículo que no esté firmado, sean colaboraciones anónimas, reportajes que tengan carácter original o propio publicados por un diario u otras publicaciones periodísticas por haber sido adquiridos u obtenidos por este serán considerados como propiedad del diario. Asimismo las noticias que sean de interés general pueden ser utilizadas, transmitidas pero cuando se publiquen en su versión original será necesario expresar la fuente de ellas.

Por otra parte, aquellas publicaciones en las cuales los autores colaboren son propietarios de su colaboración, en cambio si las colaboraciones no estuviesen firmadas los autores solo tienen derecho a publicarlas en colección, salvo pacto en contrario con el propietario del diario.

Sin embargo las herramientas legales de que dispone un agente público o privado para la manipulación de datos y su ulterior publicación en fuentes periodísticas implica conocimiento referente a la Protección de los Datos Personales de acuerdo a la Ley 25.326, en la que se tiene por objeto la protección integral de los datos personales asentados en archivos, registros, bancos de datos, u otros medios técnicos de tratamiento de datos, sean éstos públicos, o privados destinados a dar informes, para garantizar el derecho al honor y a la intimidad de las personas, así como también el acceso a la información que sobre las mismas se registre, de conformidad a lo establecido en el artículo 43, párrafo tercero de la Constitución Nacional. Y en ningún caso se podrán afectar la base de datos ni las fuentes de información periodísticas. A los fines de la presente ley se entiende por:

• Datos personales: información de cualquier tipo referida a personas físicas o de existencia ideal determinadas o determinables.

• Datos sensibles: datos personales que revelan origen racial y étnico, opiniones políticas, convicciones religiosas, filosóficas o morales, afiliación sindical e información referente a la salud o a la vida sexual.

• Archivo, registro, base o banco de datos: indistintamente, designan al conjunto organizado de datos personales que sean objeto de tratamiento o procesamiento, electrónico o no, cualquiera que fuere la modalidad de su formación, almacenamiento, organización o acceso.

• Tratamiento de datos: operaciones y procedimientos sistemáticos, electrónicos o no, que permitan la recolección, conservación, ordenación, almacenamiento, modificación, relacionamiento, evaluación, bloqueo, destrucción, y en general el procesamiento de datos personales, así como también su cesión a terceros a través de comunicaciones, consultas, interconexiones o transferencias.

• Responsable de archivo, registro, base o banco de datos: persona física o de existencia ideal pública o privada, que es titular de un archivo, registro, base o banco de datos.

• Datos informatizados: los datos personales sometidos al tratamiento o procesamiento electrónico o automatizado.

• Titular de los datos: toda persona física o persona de existencia ideal con domicilio legal o delegaciones o sucursales en el país, cuyos datos sean objeto del tratamiento al que se refiere la presente ley.

• Usuario de datos: toda persona, pública o Servicios Audiovisuales privada que realice a su arbitrio el tratamiento de datos, ya sea en archivos, registros o bancos de datos propios o a través de conexión con los mismos.

• Disociación de datos: todo tratamiento de datos personales de manera que la información obtenida no pueda asociarse a persona determinada o determinable. En la construcción de publicaciones las agencias productoras de información para la difusión pública se encuentran en nuestro contexto local desreguladas por la Ley Nº 26.522 de Servicios Audiovisuales, como instrumento que ha significado la democratización de los espacios televisivos y radiales, pero que a su vez ha dejado de lado a los medios gráficos, revistas, publicaciones culturales y de internet, publicaciones independientes y autogestivas.

A tal efecto la Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina (AReCIA) busca promulgar un proyecto de Ley de fomento para la producción independiente y autogestiva de comunicación cultural por medios gráficos y de internet, para evitar el monopolio no solo de productos, sino de contenidos, no solo de voces sino de estéticas, no sólo de ideas sino de futuros posibles.

Objetivo: relevar a partir de fuentes periodísticas información disponible relacionada al adulto mayor en la Cuidad Autónoma de Buenos Aires. Así como: identificar la existencia de publicaciones que aborden temáticas referidos al adulto mayor; diferenciar las categorías temáticas de las publicaciones que refieran al adulto mayor; clasificar y cuantificar las líneas temáticas según categorías; elaborar estadísticas de cantidad de publicaciones y analizar el impacto de la información en la difusión periodística.

 

MÉTODOS

El trabajo de recolección de datos se aplica al territorio correspondiente a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mediante el sistema de hemerotecas que conservan las fuentes periodísticas: diarios vigentes, constituyéndose en las herramientas de relevamiento de datos como sistema de testeo de la información disponible, cuyo criterio de búsqueda requirió a priori la determinación de palabras claves tales como: adulto mayor, vejez, envejecimiento, geriátricos, jubilados, ancianos, gerontología, geriatría, tercera edad, longevidad, longevo, viejo, senitud y geronte.

En virtud de la selección del modo de investigación de tipo microetnográfica (basado en elementos culturales: fuentes periodísticas) es considerable estimar que cuenta con características peculiares respecto a los datos obtenidos por las fuentes de diarios disponibles para focalizar el estudio.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Desde el enfoque de una taxonomía de categorías temáticas de las publicaciones relacionadas al criterio de búsqueda de acuerdo a las palabras claves seleccionadas se observa el predominio del rubro Policiales alcanzando el 20 % del total de la muestra obtenida, por otra parte los rubros Salud e Información General con 12 % respectivamente, y en menor proporción continuando con esta línea de frecuencia en la publicación se destacan las categorías Política, Economía, Espectáculos, Internacionales y Suplementos correspondiéndose estas con homólogo porcentaje de 8 %, y con baja representatividad en las categorías temáticas se detectaron las siguientes a saber: Opinión, Ciudades, Carta de los lectores y Argentina obteniendo las misma el 4 % en publicaciones disponibles.

Como profesionales de la salud y vinculados al presente trabajo de investigación cualitativa microetnográfica, sentimos la necesidad de explorar el posicionamiento ideológico de las fuentes periodísticas que consume nuestra comunidad, para así determinar el alcance de la información en el marco del saber popular.

A partir de esta instancia es que nos permitimos consolidar nuestro enfoque epistemológico y fundamental acercándonos al conocimiento de la manera en que la información circula en torno a las concepciones de las siguientes palabras claves: adulto mayor, vejez, envejecimiento, geriátricos, jubilados, ancianos, gerontología, geriatría, tercera edad, longevidad, longevo, viejo, senitud y geronte, entendiendo aquí el modo de pensar de las líneas editoras de la fuentes periodísticas seleccionadas para el territorio correspondiente a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y sosteniendo así el argumento de la línea investigativa.

Un hecho trascendental lo constituye el aporte de la producción periodística en referencia a aspectos de la gerontología y áreas temáticas afines en la medida que incremente la cantidad de publicaciones al respecto.

Por consiguiente no pretendemos delegar responsabilidad absoluta y reduccionista a los equipos de redacción e investigación de los medios masivos tales como las agencias productoras de diarios y revistas en razón de preconizar una mirada monotemática sino que sostenemos la necesidad de incorporación en estos escenarios de los aportes provenientes de trabajos efectuados en las instituciones académicas tal como lo consolida la Universidad (como ente de gestión pública o privada) a los efectos de publicar y crear un dialogo abierto de debate y discusión entre los productores del saber científico en el ámbito de la academia en concomitancia con los actores sociales entendidos como ciudadanos lectores que participan en esta diada interlocutiva, pensamos que de este modo se obtiene como beneficio la transformación de las perspectivas de los diferentes integrantes de la comunidad.

Efectivamente la constitución de una cosmovisión común y compartida entre los encargados de diseñar y narrar eventos, noticias y todo tipo de información referente a temas de interés colectivo entre los cuales se puede aludir a la vida del adulto mayor, y los integrantes de la sociedad que perciben parte de la naturaleza de la realidad por medios de difusión periodística, interpretamos que resulta hasta una utopía. Cuya génesis tendría más vinculación con el monopolio de la información alienada y digitada por el sentido político-ideológico y sociocultural que atraviesa transversalmente a las empresas de diarios como medios gráficos. No obstante los mismos se encuentran en situación crítica en el marco de un proyecto de Ley de fomento para la producción independiente y autogestiva de la comunicación cultural por medios gráficos e internet. 

Ulteriormente como conclusión el acto de descubrir que es lo que piensan quienes redactan y los usuarios (quienes en sentido de mercado de la información se nutren de las narrativas expuestas en los diarios), nos permite enriquecer la comprensión del estado de situación en que se encuentran actualmente los datos disponibles relacionados a la temática como un indicador de la relevancia que se le otorga en la producción de información masiva hacia el entramado social en el cual se difunde.

 

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FINANCIACIÓN

Los autores no recibieron financiación para el desarrollo de la presente investigación.

 

CONFLICTO DE INTERESES

Los autores declaran que no existe conflicto de intereses.

 

CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA

Conceptualización: Carlos Oscar Lepez, María Ester Gómez, Irene Amelia Simeoni.

Investigación: Carlos Oscar Lepez, María Ester Gómez, Irene Amelia Simeoni.

Metodología: Carlos Oscar Lepez, María Ester Gómez, Irene Amelia Simeoni.

Redacción – borrador original: Carlos Oscar Lepez, María Ester Gómez, Irene Amelia Simeoni.

Redacción – revisión y edición: Carlos Oscar Lepez, María Ester Gómez, Irene Amelia Simeoni.